¿Quiénes somos?

Somos un grupo de estudiantes de la Facultad que nos juntamos. Nos juntamos porque reivindicamos la palabra “política” y creemos que es una herramienta para transformar la sociedad, no una forma de perder el tiempo. Nos juntamos porque queremos una sociedad más justa, más igualitaria, porque no nos conformamos con lo que hay y queremos más. Nos juntamos porque queremos romper con el individualismo en todas sus formas. Nos juntamos porque estamos pasando por un momento histórico, tanto a nivel nacional como regional, y creemos que no podemos dejarlo pasar.

Estamos a punto de decir una palabra que empieza con K. Sí, esa. Esa que a veces te intentan pasar como si fuera una “mala palabra”. Somos Kirchneristas. Esto quiere decir que pertenecemos al campo nacional y popular, que apoyamos el proceso iniciado desde 2003 con la presidencia de Néstor Kirchner y la continuación del mismo de la mano de Cristina. Defendemos las medidas que sacaron al país de las ruinas y las que lo están convirtiendo día a día en un lugar más justo, más inclusivo, más igualitario. Pero no nos quedamos ahí. Queremos ser parte de una juventud creativa, que proponga, que exija y que llene los espacios con alegría y rebeldía.

Una pregunta que surge inmediatamente es porqué formamos una agrupación estudiantil en la Facultad. Es nuestra intención generar herramientas, fortalecer nuestro gremio y aportar en él; mejorar las condiciones de cursada, discutir los planes de estudio y masificar la Facultad (como parte de la Universidad), impulsando, desde adentro y afuera, el ingreso de los sectores que hoy se encuentran excluidos de la misma. Debemos tender hacia una formación crítica, integral y comprometida con el cambio social. Vamos a apoyar las políticas que consideramos apropiadas, construir desde ese lado y criticar con el cuerpo y la palabra las que no. Por otro lado, contemplamos que los debates de la Facultad se construyen desde un discurso que demoniza el espacio político en el que militamos. Nosotros no creemos en el todo-es-lo-mismo. Queremos contribuir al cambio de esta visión con reflexión y con análisis. Venimos a aportar y fomentar ciertos debates que hoy por hoy están ausentes y a mostrar una postura distinta en los ya existentes.

¿Te acordás de cómo era todo esto de investigar y hacer ciencia en los noventa? Bueno, la mayoría de nosotros tampoco, pero Domingo Cavallo (Flor de Ceibo toca madera) había mandado a lavar los platos a los científicos (lamentablemente: sic). Pequeño detalle, ¿eh?

Ahora las becas CONICET superan los tres mil pesos, ya no es la excepción que te salga la beca, se repatriaron muchos científicos argentinos (alrededor de ochocientos). ¿Sabés cómo fue la evolución de los salarios docentes desde 2003? Te invitamos a preguntarle a tu docente más cercano y “sorprendete” (o no) con la respuesta.

Si se dan estos cambios en la Universidad y en el sistema científico, es porque algo está cambiando. Y no es sólo algo, es el país el que está cambiando. Tenemos un país más justo, que juzga los crímenes de lesa humanidad; tenemos un país más inclusivo, con la Asignación Universal por Hijo (que aumentó en un 25% la matrícula escolar), el Plan Argentina Trabaja, que genera nuevos puestos de trabajo y amplía la política de crecimiento de empleo; tenemos un país más plural con la nueva Ley de Medios; un país más igualitario con la sanción del Matrimonio Igualitario. Y no nos olvidamos de la recuperación de los fondos públicos del sistema previsional otorgados a las AFJP en los ‘90, de la creación de más de 800 escuelas y 9 universidades, de la Ley de Financiamiento Educativo (pasando del 3.7% al 6% del PBI para presupuesto educativo), y muchas cosas más.

Pero debemos estar atentos a la lucha por conquistas que faltan: una nueva Ley de Entidades Financieras, una nueva Ley de Educación Superior que reemplace a la LES menemista, una Ley de Participación de las Ganancia, entre otras.

¿Falta? Seguro. Pero negar la inversión y los progresos de este gobierno (y si los hay es porque hay intención) en educación, ciencia y tecnología equivale a negar los datos objetivos que arroja la realidad. Algunos piensan que todos los gobiernos se pueden colocar un mismo plano, en una actitud constantemente quejosa y poco constructiva. Nosotros no nos sentimos identificados con tal actitud. Elegimos apoyar estas medidas, sostener estos cambios y profundizar un modelo inclusivo. Pero eso no significa que debamos perder nuestro sentido crítico de las cosas; por ello debemos exigir la profundización del modelo y no quedarnos en lo ya realizado.

No podemos no dedicarle unas líneas a la situación latinoamericana, con intentos de golpes de estado exitosos y fallidos. Para resumir lo que pensamos vamos a repetir una frase hecha, pero muy bien hecha: “Somos hijos del mismo parto histórico de los pueblos que se cansaron de aguantar la dominación de las élites criollas que traicionaron a estos pueblos y entregaron la Nación sudamericana al imperio norteamericano. Somos hermanos pues.” - Hugo Chávez.

Flor de Ceibo no salió de abajo de la tierra. Confluimos con gente que milita en barrios, secundarios, universidad. Todos, toditos en un espacio más grande llamado La Cámpora.

¿Por qué Flor de Ceibo?
(1) Es la flor nacional. Flor; biología. Nacional, y popular; esas cosas.
(2) Era la caracterización que se les daba a los profesores peronistas expulsados por la mal llamada Revolución Libertadora (Fusiladora pa’ los amigos). Se intentó hacer ver, de esta manera, lo nacional como algo vulgar, de baja calidad.